Para Navidad una amiga muy querida me regaló el fantástico libro El Medico de Si mismo, de
Naboru Muramoto. Hace mucho tiempo que deseaba leerlo y, con las vacaciones, finalmente el
momento llegó. En casi dos noches lo he terminado. Este libro es inmancable en
la biblioteca de las personas que hayan decidido mantener una buena salud
respetando el equilibrio físico-psíquico y que están convencidas que la
alimentación es la primera medicina preventiva.
En este libro, claro y fácil de leer, el maestro Muramoto
nos introduce en las terapias orientales y en la cocina macrobiótica. En la
medicina oriental, contrariamente a la medicina occidental, los órganos no se
consideran por separado y el individuo siempre se analiza en conexión con el
medio ambiente en el que vive.
A la base de estas teorías hay una clara conciencia de que
los síntomas de la enfermedad no deben ser combatidos mediante la supresión o
el ocultamiento, sino que deben ser interpretados y entendidos con el fin de
controlar y mejorar las reacciones de defensa del cuerpo. Por último, el libro
es también un pequeño manual lleno de enseñamientos y remedios naturales
(cataplasmas, infusiones, té, etc.).
En resumen, lo recomiendo fuertemente a todas y todos.
La dieta macrobiótica siempre me ha fascinado mucho e
incluso si nunca he elegido conscientemente este tipo de dieta y sin haber
estudiado nada al respeto, mi dieta siempre ha sido muy en línea
con algunas sencillas enseñanzas de la macrobiótica: evitar los excesos, no
consumir azúcar, utilizar únicamente granos y harinas integrales, no comer
carne roja, etc etc ...
Pero ahora me siento más inspirada y motivada por las enseñanzas de
este libro y me decidí a profundizar el estudio de la macrobiótica y así encaminarme lentamente hacia la alimentación macrobiótica...
Espero abrir pronto una sección de este blog dedicada
enteramente a la alimentación macrobiótica, tal vez con alguna explicación más
detallada de los pilares de esta alimentación terapéutica, donde el
alimento, la medicina y la espiritualidad se enriquecen mutuamente.
De momento os dejo con estas albóndigas de coliflor con gomasio.
Albondigas de coliflor, curcuma y gomasio |
Ingredientes
1 coliflor grande
4 cucharadas de gomasio
1 cucharadita de cúrcuma
Aceite de oliva presado en frío, 1/2 taza
Harina de arroz integral, 1 taza
Preparación
En primer lugar limpiar la coliflor quitando las hojas
externas dañadas (si los hay) y lavar con agua y bicarbonato de sodio.
Cortar en trozos y cocinar al vapor hasta que la coliflor
sea muy blandita y se pueda romper fácilmente.
A continuación, colocar la coliflor en un recipiente y, con
la ayuda de un tenedor, aplastarla para obtener una mezcla homogénea. Añadir el gomasio, el aceite y la cúrcuma.
Añadir también un par
de cucharadas de harina de arroz, o las que sean necesarias para hacer la crema
más compacta.
En este punto, con las manos húmedas, crear pequeñas bolas.
Si necesario espolvorear con más harina de arroz.
A continuación, colocarlos en un molde ligeramente engrasado
con aceite de oliva.
Hornear durante 30 minutos a 180 grados.
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